Para la salsa:
2kg de tomates San Marzano de lata
60g de passata
120g de burrata muy fresca
220g de cebolla blanca en brunoise
4 ajos triturados
4g de cayena en polvo
40g de azúcar
10g de orégano seco
36g de albahaca fresca
Sal fina
Pimienta negra molida
10cl de aceite de oliva
Poner una sartén grande a fuego medio, calentar el aceite y sudar las cebollas y el ajo triturado. Cuando la cebolla tome color dorado transparente, agregar la cayena, la passata y las hierbas.
Escurrir el tomate, romper con las manos (placer inmenso) e incorporar a la sartén. Dejar hervir al menos 2 horas a fuego lento. Salpimentar, rectificar la acidez con el azúcar y reservar.
Pulpo.
1 pulpo de 3kg limpio (si es congelado hervir sin descongelar)
5lt de agua de mar o agua salada
1 patata y 1 cebolla del tamaño de la cabeza del pulpo
Poner en una olla profunda la patata y la cebolla (sin pelar y limpias) en agua hirviendo y cuando rompa a hervir introducir el pulpo y 45/50 minutos lo tendrá cocido, (si la patata y la cebolla están tiernas el pulpo estará cocido eso sí, cerciórese de que lo puede atravesar con una aguja sin problemas, si no, es que no está). Y si se quiere saltar el proceso ya sabe, a la tienda.
Una vez cocido y enfriado, para poder cortarlo mejor, nos hacemos con los tentáculos más hermosos, y los porcionamos, teniendo en cuenta que los abriremos por la mitad por la parte más alargada.
Pasar el pulpo a la salsa, incorporar la burrata y dejar cocinar a fuego lento 3 minutos. Espolvorear con albahaca fresca y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.