500g de chocolate negro 70% de cacao en trozos grandes
250g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente y cortada en trozos
8 huevos grandes
200g de azúcar normal
2oz de coñac
Ralladura de una naranja pequeña
30cl de nata, muy fría
90g de azúcar de glace
1 cucharadita de extracto puro de vainilla
Cacao en polvo para espolvorear
Calentar el horno a 175°C, con una rejilla en el centro. Derretir el chocolate al baño maría. Cuando se derrita, retirar del fuego, añadir la mantequilla y batir suave hasta que se mezcle bien.
En dos cuencos separar 5 yemas y 5 claras de huevo.
Añadir en la de 5 yemas, 3 huevos enteros y 100g de azúcar. Batir bien hasta que doble su volumen.
Añadir el coñac, la ralladura de naranja y mezclar con el chocolate fundido.
Batir las 5 claras de huevo hasta que queden espumosas. Gradualmente agregar el resto de azúcar restante y batir hasta que se formen picos. Mezclar con las yemas y el chocolate.
Pasar al molde (de 20 centímetros de diámetro y 5cm de alto es ideal) y hornear hasta que la parte superior esté hinchada y agrietada; unos 25 a 30 minutos. Dejar enfriar el soufflé en la sartén sobre una rejilla. El centro del soufflé se hundirá a medida que se enfría, formando una especie de cráter. Dejar que el soufflé se enfríe completamente en una rejilla.
Batir la nata con el azúcar glace y la vainilla hasta que se formen nubes ondulados. Con una espátula, rellenar el centro hundido del soufflé con la nata montada, pequeñas olas de tu helado preferido y espolvorear de cacao.