300g de spaguetti o tu pasta preferida
40g de Pecorino Romano de 24 meses
80g de Pecorino Romano de 9 meses o Parmesano
8g de Pimienta negra
Sal gruesa
Rallar los quesos y pasarlos a un cuenco profundo y grande. Reservar.
Poner a hervir el agua para cocer la pasta añadiendo la sal cuando lleve 2 minutos hirviendo. Cuidado no poner excesiva sal al agua porque el queso le aporta bastante salinidad a la pasta. Cocer la pasta a la mitad del tiempo de cocción que marque el fabricante.
Machacar la pimienta negra con la base de un mortero o con un molinillo de pimienta que rompa los granos, con cuidado de no dejarla muy fina. Tostarla durante 2 minutos en una sartén antiadherente y añadir un cazo del agua de cocer la pasta dejándola evaporar completamente. Volver a añadir un cazo de agua y dejar reducir hasta ¾ partes.
Añadir 2 o 3 cucharadas de agua caliente de pasta a la mitad de los quesos (la otra mitad para espolvorear a la hora de servir). Batir hasta que quede homogénea y sin grumos.
Cuando la pasta esté a medio cocer, pasarla a la sartén de la pimenta. Añadir 2 cucharones más de agua caliente. Terminar de cocinar la pasta hasta que esté «al dente» y a la vez se cree una crema ligera obtenida del gluten que aporta la misma pasta. Añadir la salsa de queso a la sartén. Retirar del fuego y remover continuamente hasta conseguir que los spaguetti se envuelvan en una salsa cremosa que no liquida. Espolvorear de queso y si no te quedas satisfecho de pimenta añade un par de vueltas de molino a gusto.